Cada día es mayor el número de practicantes de distintos tipos de deporte y, en la inmensa mayoría, el principal elemento es el pie. La exigencia y competencia, que en la actualidad existe, obliga a tener al deportista en perfecto estado de salud y los pies, su estructura y su morfología, son las bases primordiales para el desarrollo deportivo.

Los problemas más frecuentes que nos encontramos en nuestra consulta son los originados por un mal apoyo o por una mala distribución de las cargas y que se suelen manifestar en: sobrecarga de gemelos, isquios, condromalacias, esguinces, fascitis plantares, etc.

El pie es, sin lugar a dudas, el elemento anatómico que más estrés va a sufrir en la mayor parte de las actividades deportivas, sobre todo en aquellas que cursan con carrera y salto.

La repercusión que pequeñas alteraciones estructurales puedan causar en el aparato locomotor y con el fin de prevenir la aparición de lesiones, que se pueden cronificar, y poder mejorar el rendimiento deportivo, en la actualidad, realizamos estudios biomecánicos computerizados, que nos permiten analizar de manera precisa, tanto la secuencia de la marcha como la huella plantar digitalizada y, con los datos adquiridos, establecer el adecuado tratamiento.

Muchas veces en procesos inflamatorios agudos y para disminuir el dolor  y acelerar el proceso de curación, recurrimos a las infiltraciones, que además de obtener un resultado más rápido y duradero, evita los efectos secundarios de los medicamentos sistémicos.

Otros problemas son los de origen dermatológico, como dermatitis, pie de atleta (micosis), etc., problemas ungueales originados la mayoría de las veces por un mal apoyo, por la mala elección del calzado que puede que le origine presiones o por el corte  inadecuado de las uñas.